Película: No le temas a la oscuridad

Dirección: Troy Nixey
Actores: Bruce Gleeson, Edwina Ritchard, entre otros
Género: Terror
Origen: Estados Unidos, Australia, México, 2010
Duración: 99 minutos
Calificación: Apta mayores de 13 años
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Hoy en día es una tarea difícil llevar una película de terror que asuste, los tiempos han cambiado, algunos se inclinan más al gore; por eso a la hora de impactar en este género, hay que crear más atmósferas, climas, suspenso, fotografía, ahora ayudan bastante los efectos especiales, un buen nivel actoral y fundamentalmente el guión.
La narración tiene todo el estilo y las obsesiones que caracterizan al cineasta mexicano Guillermo del Toro, aunque la dirección este a cargo de Troy Nixey; esta contiene la similitud del “El espinazo del diablo”; “El laberinto del fauno”; donde vemos a una niña rodeada por monstruos que habitan la mansión donde le toca vivir y con algunos toques políticos.
Comienza con el esquema algo gastado el de la casa embrujada, la primera secuencia que vemos es en el siglo XIX al propietario de una mansión el señor Blackwood, se ha extraído los dientes, lo mismo hace con su mucama, con el objetivo que le devuelvan a su hijo; la propiedad queda vacía y llena de interrogantes y misterio.
Pero pronto la reforman y la ocupan Sally Hurst (Bailee Madison), una niña tímida y retraída, se traslada a Rhode Island para vivir con su padre Alex (Guy Pearce) y Kim, su nueva novia (Katie Holmes); casualmente ambos son diseñadores de interiores.
Lo que desconoce la niña, es que su madre Joanna le dejo la tenencia a su padre; este está obsesionado con restaurar una casa victoriana para poder aparecer en la portada de una revista de arquitectura, Kim intenta inútilmente conquistar a Sally.
La niña comienza a explora el enorme caserón y descubre un sótano oculto, cerrado desde la extraña desaparición del constructor de la mansión hace un siglo; como suele suceder en esto casos quien conoce algo del lugar es el servicio doméstico, acá es el jardinero Harris (Jack Thompson), intenta advertir de los peligros pero terminan liberando a unas criaturas diabólicas (parecidos a los Gremlins o su forma parecida a unos monitos), se apoderan de todo, arrastrándolos a la oscuridad de la misteriosa mansión
El film está inspirado en una producción televisiva de John Newland la cual se estrenó con el mismo título en el año 1973; estas raras criaturas se alimentan de huesos, dientes de niños y pueden llevar a las personas a la locura, la trama es algo psicológica, despierta interés los primeros treinta minutos y algunas otra secuencia como la de la biblioteca, poco aprovechada, pero luego todo se va diluyendo, nos otorga un final abierto y me da lugar para pensar que todo este dirigido a las generaciones más jóvenes de fans del terror de 13 años o más.

Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno