lunes, 6 de junio de 2016

Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores.

Una nueva puesta en escena que incorpora canto y baile a este clásico de la literatura española.

Esta es una obra teatral escrita en 1935 por el dramaturgo español Federico García Lorca. Fue representada en nuestro país por distintos elencos como por ejemplo: En el Teatro San Martín en 1965, interpretada por la Comedia Nacional, protagonizada por Luisa Vehil y dirigida por Esteban Serrador. En el Teatro Liceo Thelma Biral, Carlos Muñoz y Eva Franco entre otros. En esta oportunidad esta es una adaptación de Hugo Urquijo y Graciela Dufau.

Todo se desarrolla en Granada cuando llega una niña huérfana llamada Rosita vestida de negro, llena de inquietudes y a quien su tío (Arturo Bonín, esta correcto) le cuenta historias sobre las rosas que nacen, se reproducen y mueren en su invernadero; hay una muy especial que se la conoce como la “Rosa Mudable” porque muta cambiando a roja como la sangre por la mañana, al mediodía es dura como el coral, luego blanca y por las noches se comienza a deshojar (esto es una alegoría de las etapas de la vida de la protagonista).

Rosita (Virginia Innocenti en una estupenda interpretación en la que además canta como los dioses) se cría junto a sus tíos y El ama (Rita Cortese, está genial en el papel y además le da las pinceladas de humor) una empleada incondicional que ama a esta dulce joven enamorada de su primo (Sebastián Vitale), pero casi por mandato de su tía (Graciela Dufau, elegante) lo estimula que se vaya a Tucumán, Argentina para estar junto a su padre y ayudarlo. En esas épocas los hijos no tenían la posibilidad de elegir, respondían a una especie de ley patriarcal no escrita y esto sucedía en distintas familias.

Su amado le promete regresar y casarse pero mientras eso no ocurra seguirá vivo ese amor a través de las cartas. El pueblo también se encuentra pendiente de ese amor a la distancia. En una sociedad machista, las mujeres se encontraban sometidas a ciertas costumbres, a casarse para ser valoradas de otra manera y para aquellas que no lograban el paso de los años era una tragedia y eran señaladas como solteronas.

Ella mantiene vivo en su corazón ese amor lleno de ilusiones. Existen otros candidatos, pero ella no los acepta, Rosita tiene palabra, no los ama y no siente que ese amor que le prometen sea sincero, no se va a casar por el simple hecho de no quedarse sola, ella sigue enamorada de su primo y es fiel a eso.

Pasan quince años de espera, y el día de su cumpleaños mientras recibe algunas visitas (Las Manolas y la madre de esta y Las Ayolas), llega una carta del novio anunciando un casamiento por poder, reviviendo las esperanzas de la Rosita. Van sucediendo distintos hechos en su familia pero ella se mantiene atenta al qué dirán y no muestra su dolor.

La puesta es poética, tierna, te hace reír y emociona, con momentos de ternura y compasión. Cuenta con tres músicos en escena: Nélida Favero, María Eugenia Castro y Yamila Bavio. Las coreografías a cargo de Cecilia Elías y la música de Alberto Favero. Posee una gran belleza musical y además cuenta con un plus: la escenografía y el vestuario se encuentran a cargo del reconocido Eugenio Zanetti (ganador del Oscar al mejor diseño de producción/dirección de arte en 1996 por "Restauración"). En la dirección Hugo Urquijo.

Esta es una historia inspirada en un hecho real que sucedió dentro de la familia de Lorca, sobre su prima Clotilde García Picossi. Muestra como la sociedad etiqueta a aquellas mujeres como solteronas e inservibles.

Funciones: de jueves a sábados a las 20 h y domingos a las 19 h.
Platea: $ 140; Pullman y palcos altos: $ 100; Día popular, jueves, entrada general: $70.
Duración: 95 minutos.
Teatro Regio: Av. Córdoba 6056. CABA.

Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno
@susanasalerno1

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